NOTA POR LA CONSTRUCCIÓN Y AMOBLAMIENTO DE LA NUEVA CAPILLA DEL H.C.FF.AA.
Saludo con todo mi afecto a los camaradas que lean este mensaje, a sus distinguidas familias y seres queridos. A continuación explicaré el motivo de este escrito.
Es de conocimiento de la Familia Militar de las tres Fuerzas, que en el Hospital Central de las Fuerzas Armadas hay una Capilla, cuya existencia es paralela en el tiempo con la creación del mismo. Quienes tenemos la dicha de hacer un buen tiempo que somos jóvenes, recordamos con mucho cariño la primera Capilla existente. Mis cuatro hermanos y yo, tuvimos el privilegio de nacer en nuestro querido Hospital Militar.
Desde siempre han asistido a ella innumerables camaradas, familiares y allegados a nuestras Fuerzas Armadas, que más allá de sus credos religiosos y modos de vivir su fe, en momentos de dolor, fragilidad, tensión, angustia o preocupación, han buscado orientación, consuelo o tranquilidad espiritual en nuestra Capilla. Es un pensamiento común, podría decir unánime, que tenerla es necesario para todos.
El Arzobispo de Montevideo me ha nombrado capellán para dicha Capilla, cuya designación –además de llenarme de alegría y emoción- es una enorme y bellísima responsabilidad, que a pesar de mis límites, intento llevar a cabo con todo entusiasmo. Pero no lo hago sólo; ya somos un lindo grupo inicial de personas, militares y civiles, con los que hacemos un precioso equipo. Aprovecho a decir que «todos están invitados a integrarlo».
La Capilla actual, que es de por sí un espacio físico reducido, desaparecerá al momento de implementarse ciertas obras de ampliación del Hospital, ya que allí se constituirá el pasillo de conexión a la futura Torre 5, de pronta inauguración. Por lo tanto debemos «pasarla a una nueva ubicación». Nos fue asignado otro espacio para que podamos construir una nueva Capilla, coincidente con el lugar donde estuvo ubicada la primera.
Su construcción ya ha comenzado y viene con mucha fuerza; sin dudas que el Cielo lo está propiciando. Si bien la parte estructural está encaminada, nos falta la construcción y adquisición de todo lo concerniente al interior de la misma; como ser el retablo, la imagen central, los vitrales, mobiliario propio de una iglesia y otros detalles como la ornamentación y decoración religiosa y otras cosas que proporcionen comodidad y bienestar a quienes concurran.
Nos encontramos abocados a la ejecución de dicha tarea. La construcción no puede ser apoyada por el Estado dado su carácter laico, por lo que dependerá del aporte individual de las personas que lo deseen. El costo total de la misma asciende a más de un millón y medio de pesos uruguayos.
Ante esta apremiante situación, nos encontramos instrumentando una campaña de ayuda económica. Existen diversos modos de poder colaborar:
1°.- Se han abierto las siguientes cuentas: Cta. BROU: 021792213127 // Cta. Abitab: 51.430;
2°.- Existirán dos alcancías en el Hospital Militar (una por la entrada por Av. 8 de Octubre y otra por la entrada de Av. Centenario).
3°.- Ante el deseo de realizar un aporte mensual, sea el importe que fuere, se puede avisar por correo electrónico a: capillahospitalmilitarrou@gmail.com o llamar al Cnel. Julio Correa 2487 9400; 098 66 69 91 o a la Sra. Rosario Larroque de Trifoglio 2402 3432; 099 37 71 12; debiendo enviar nombre completo, número de cédula de identidad, número de cobro si es retirado y el lugar donde quiera que se le haga el descuento: C.G.E., S.R.P.FF.AA., CAOFA, Centro Militar; Círculo Militar, C.O.R.FF.AA., CE.PA.FF.AA., etc..
Desde ya quiero expresar mi enorme agradecimiento por vuestro invalorable aporte, pero más que nada la alegría de saber que contamos con vuestro apoyo. Si bien vuestra ayuda material es necesaria, deseo expresar que el aporte espiritual – rezando confiados por esta causa- es el mayor bien que podemos hacer, seguros que de ese modo, este proyecto fructificará haciendo que Dios nos envíe Su auxilio, gracias y bendiciones, que tanto necesitamos y merecemos, para un porvenir genuinamente venturoso para nuestras tres Fuerzas Armadas.
Los saludo con todo mi afecto, en Cristo Jesús,
Padre Genaro Lusararian